de març 27, 2007

"La teoría general"



La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, fue la obra cumbre de Keynes, publicada en 1936.



Keynes construyó esta teoría con la ayuda de un instrumento analítico:


En primer lugar, la función de consumo o propensión al consumo, es decir, la relación funcional entre el consumo y la renta. Formulado en forma media o marginal y tiene su contraparte en la propensión al ahorro, siendo la suma de ambas propensiones igual a la renta o unidad. La relación entre el consumo y la renta se supone bastante estable, y no fija, y ello facilita las predicciones acerca de las cantidades que los consumidores desembolsarán de las diferentes e hipotéticas rentas.


En segundo lugar, el multiplicador, inversamente relacionado con el ahorro, y definido como el inverso de la propensión marginal al ahorro, el cual indica la forma que una variación de la inversión origina una variación múltiple del gasto de consumo y, por lo tanto, de la renta. Para una propensión al consumo determinada, el multiplicador hacía posible calcular las variaciones de la renta producidas por las variaciones de la inversión.


El tercer elemento del instrumento analítico de Keynes es la relación entre el ahorro y la inversión, considerada nuevamente en la Teoría general. En el tratado el ahorro y la inversión son considerados como desiguales, en ésta son descritos como iguales por definición, al ser descritos ambos cono la diferencia existente entre la renta y el consumo durante el mismo período. Sin afectar a la esencia del argumento de Keynes, muchos intérpretes de su pensamiento prefieren, sin embargo, una diferente formulación, en la que se distingue entre el ahorro ex- ante o planeado y el ahorro ex-post o realizado. En esta interpretación, mientras el ahorro expost es definido, al igual que la inversión, como la diferencia entre la renta y el consumo del mismo período, con lo que el ahorro y la inversión son por definición iguales entre sí, el ahorro exante es considerado como la diferencia entre el consumo de un período y la renta del período precedente. El ahorro ex- ante puede ser menor o mayor que la inversión; en el primer caso, la renta y el ahorro se elevarán consiguientemente durante los períodos siguientes hasta que el ahorro ex -ante, el ahorro ex-post y la inversión sean iguales entre sí cuando se alcance la renta de equilibrio. En el segundo caso, la renta, y con ella el ahorro, bajarán durante los períodos siguientes hasta que hayan descendido hasta el nivel de equilibrio.


La cuarta parte del instrumento analítico de Keynes lo constituye el incentivo a invertir, que refleja las variaciones de la eficacia marginal del capital o tasa de rendimiento esperada de las diferentes sumas de inversión, y el tipo de interés. Este análisis adjudica un lugar prominente al papel representado por las expectativas y subraya el carácter volatil de las inversiones, cuyas fluctuaciones afectarán a su vez, a la renta. Coordina la decisión de inversión con el cuerpo central de la teoría microeconómica al interpretar dicha decisión en función del principio de maximización. Si disminuyen los rendimientos marginales esperados, conforme aumentan las sumas dedicadas ala hipotética inversión, los rendimientos serán maximizados mediante un gasto de inversión cuya tasa marginal de rendimientos sea igual al tipo de interés. Si se realizan gastos mayores, el coste será superior a los rendimientos y si son menores los inversionistas no agotarán las oportunidades para conseguir rendimientos por encima del coste.