d’octubre 16, 2006

J.M.Keynes

Keynes refutaba la teoría de su tiempo que la economía automáticamente tiende al pleno empleo. Una bajada del empleo o de los salarios puede llevar a una baja en la demanda, y por lo tanto en una baja en la producción, llevando a su vez a más desempleo.
Para contrarrestar esta espiral negativa, Keynes proponía que en momentos de estancamiento económico, el estado tiene la obligación de estimular la demanda con mayores expensas económicas. Muchos estados Europeos basaban sus políticas económicas en su teoría en el periodo postguerra, hasta que en los años 70 la Crisis del Petróleo hizo que se volviese insostenible para los estados.
Dentro de la coyuntura histórica, económica y política, el keynesianismo -y sus proyectos consecuentes como el Estado de Bienestar y el Desarrollismo- dio a los dirigentes mundiales la oportunidad de salvar el Capitalismo que se hallaba sin base ideológica que lo justificara luego del fracaso del Liberalismo y el libre comercio capitalista en las crisis de los años veinte, razón por la cual, fue aplicado de una u otra manera en gran parte de los Estados occidentales desde el final de la segunda guerra mundial hasta el resurgimiento del Liberalismo en los años 70.